Tras una investigación de mercado (que incluyó entrevistas con actores de grandes empresas petroleras como Shell) y etnografías, se notó que las empresas de esta índole estaban rebrandeando sus marcas en pos de comunicar energía y alejarse de un mindset petrolero (satanizado por la sociedad). Se creó un nombre y una imagen gráfica que se enfocaba en el dinamismo de la energía en constante movimiento. Al tratarse de la primera consultora de esta índole en México, la propuesta nominal comunicaba liderazgo (punta de lanza) y presencia y envergadura (talante). El lenguaje gráfico (tipografía, paleta, imágenes) se planteó moderno y disruptivo a la industria.